miércoles, 2 de noviembre de 2011

Un viaje hacia un segundo lugar
Aspectos a mejorar
La crónica se vuelve muy repetitiva, y cuando está contando el por qué se alejo de su madre, se pierde un poco, en algunas frases los conectores no van como en pero que por órdenes, debería de ser pero por ordenes, son varios los conectores que no están bien redactados y no encajan con la frase, hay algunos errores ortográficos dentro del contenido de la crónica.
Aspectos positivos de la crónica
El final de la crónica está muy bueno, cuenta todo lo que ella vivió en new york y cuando se devolvió para Colombia, el toque que se le da a la crónica cuando Alejandra suspende el relato es muy bueno, porque le da más credibilidad a la crónica.

martes, 1 de noviembre de 2011

cronica

Situación de desplazamiento se convierte en oportunidad
Cielo una mujer afrodescendiente que vivía en un barrio pobre de Quibdó, todos los días pensaba en que mas tragedias iban a ocurrir, No dormía tranquila, en medio de tanta violencia y tantas muertes que le había tocado vivir en varios desplazamientos. Su intranquilidad era permanente de solo imaginar que tendría otro desplazamiento forzado, no tenía ni idea de cómo sacar sus hijos adelante y cómo hacer para evitar tanta violencia que se vive en el choco en especial en la zona donde ellos estaban.
No dormía tranquila, en medio de tanta violencia y tantas muertes que le había tocado vivir en varios desplazamientos.
Un barrio que creció bastante en los últimos años por la llegada de miles de personas que huyen del conflicto armado en sus comunidades; en la inmensidad de los ríos que atraviesan la selva tropical, cielo cuenta que el barrio es muy pobre, las casas son de madera, lata y no hay servicios públicos.  En medio del calor inmenso y la humedad, la escasez de agua y saneamiento conducen constantes y muy serios problemas de salud en este entorno.   
Niños, mujeres en embarazo y bebes son los más afectados por la contaminación que hay en ese lugar, un ambiente en el que solo se viven tristezas a diario, desilusiones, miedos, muertes y violencias las peleas son constantes entre los niños, el calor y la incomodidad no los deja vivir, madres desesperadas por tanta maldad y violencia que se vive alrededor de sus casas.
Una noche Mientras dormían sintieron disparos al lado de su casa, sus hijos y Cielo miraron  por la ventana y vieron  las calles llenas de sangre, había muertos y muchos heridos, llena de angustia, temor y miedo, solo piensa en defender y proteger a sus hijos.
Después de tantos disparos, se sienta al lado de sus hijos que son su mayor tesoro  con llanto y dolor les da un fuerte abrazo, se tapa su rostro y no pude controlar sus lágrimas su sufrimiento era inmenso ella no quería más violencia, ni que sus hijos vivieran lo que ella ha vivido desde pequeña. No podía irse de allí, porque le daba miedo de que le quitaran sus hijos y su humilde casa.
-mis hijos son mi mayor tesoro, no los puedo dejar abandonados por que yo los necesito a ellos y ellos necesitan de mi.
Mi madre murió cuando yo tenía 7 años,  vivió los últimos días con un cáncer de esófago en una vereda, no habían médicos, es por esto que no puedo dejar a mis hijos a la suerte. Hemos sufrido demasiado, hemos dormido en la calle, porque siempre nos sacan los guerrilleros de nuestras tierras. 
Cielo tiene seis hijos, tuvo un esposo quien murió en 1996, en pleno desplazamiento forzado en el municipio del choco,  el mismo que presentía Cielo que iba a pasar en este momento. Cuando escucho los tiroteos inmediatamente se vino a su mente que tenía que abandonar otra vez sus tierras.
. Al día siguiente los guerrilleros los echaron a patadas de su casa, no podía mas con tanto  dolor y no fueron solo ellos sino más familias las que fueron desplazadas por la violencia, les hicieron recoger  todas sus cosas caminaron y caminaron por más de 4 horas seguidas, el agotamiento era inmenso, los niños lloraban y las madres en medio de la desesperación deciden pasar la noche en un monte.
Todo era oscuro y muy frio,  pasaron la noche en ese lugar y al amanecer deciden retomar el camino, llegan a una carretera  después de 3 horas más de camino y un camión para, y decide llevarlos.
-       Fue  un hombre trigueño de contextura gruesa quien nos  ayuda llevándonos hasta la ciudad de Medellín a buscar mejor suerte y posibilidades de vida.
 Cielo no sabía qué hacer cuando llegara a Medellín, ella buscaba trabajo y nunca le daban. Pensaba que se le habían cerrado las puertas también en la ciudad,  Ella decide destapar sus ahorros  y decide comprar productos para vender en la calle como chiclets, mentas y toda clase de dulces; después decide alquilar un cuarto para vivir con sus 6 hijos donde le cobraban 10.000 pesos el día, al día siguiente cielo decide salir al centro de la ciudad a vender dulces con sus hijos y decide poner una mesa en todo el parque Berrio.
 El primer día le fue muy bien, vendió 20.000 pesos, pero al segundo día algo inesperado paso, ve acercase a unos señores, los cuales le gritan “RECOJA, RECOJA” sintió un vacío gigante, cuando le estaban quitando lo único con lo que estaba sobreviviendo.
Cielo se invade de temor, cuando le quitan lo que hasta ahora ha sido el sustento de su familia, en ese momento cuando estaba llena de lágrimas se le acerca un joven de espacio público, y le dice que valla a las torres de Bombona a la Subsecretaria en donde le dan el permiso.
Inmediatamente ella se va para las torres de Bombona, ella dice que es desplazada por la violencia y que tiene seis hijos, por lo cual le dan el permiso algo que ella nunca imagino que fuera tan fácil de conseguir.
Una mujer “echada pa lante” que tiene un gran empuje con tal de sacar sus hijos adelante, cielo ya tiene  su permiso y trabaja todos los días en el parque berrio atrás de la estación.
Una familia afrodescendiente que sufrió y vivió en carne propia un escalofriante  desplazamiento forzoso por culpa de la guerrilla.
Cielo Sepúlveda ya no es una desplazada sino una vendedora que se encuentra detrás de la estación del parque berrio, en donde trabaja todos los días  para darles un mejor futuro a sus hijos, es una mujer de cabello  negro, afrodescendiente y de contextura gruesa; ella no tiene la  necesidad de gritar ni de promocionar sus productos, las personas solo al ver el modulo lleno de dulces, mecato y cigarrillos, se acercan con un ¿Cuánto vale?, su mayor alegría y preocupación son sus hijos.
Cielo ya lleva trabajando 3 años en el parque berrio en donde le va muy bien, ya tiene su propia casa en enciso y su hija la mayor   tiene 17 quien estudia en Esumer diseño grafico, una mujer migrante que encuentra mejores posibilidades de vida y un mejor futuro en la ciudad.
Esta mujer baja desde su barrio Enciso hasta su lugar de trabajo, donde tiene su permiso laboral, cielo tiene este permiso, y un carnet que mantiene siempre colgado en el cuello y se renueva en espacio público.
Cielo hace parte de los 8,925 vendedores informales que están regulados por la subsecretaria de espacio público.
Estoy muy orgullosa de mi hija pues ella siempre ha sido muy buena estudiante y no le importa mi trabajo ni mucho menos de dónde venimos.
Una mujer verraca que tuvo valentía para sacar a sus seis hijos adelante sin dejarlos sin estudio, ahora es una familia que tienen mejores posibilidades y un mejor futuro.
Esta mujer, madre de seis niños le apuesta al trabajo digno para sostener a sus hijos, dejando atrás y en el olvido lo que ocurrió hace 4 años en el choco. Y viviendo el presente que hoy en día para ella es lo mejor que le ha podido pasar en la vida.








Asi asesinaron a monseñor Romer

http://www.semana.com/america-latina/asesinaron-monsenor-romero/136723-3.aspx

Evangélicos brasileños combaten el narcotráfico

RIO DE JANEIRO (AP) — Parece una escena de otros tiempos: el pastor Andre Assis coloca sus manos sobre un muchacho y entona un canto religioso. 

"¡Quémalo! ¡Quémalo! ¡Quema todo lo malo, todo lo perverso, todos los demonios que hay dentro de este chico, en nombre de Jesú lo vamos a quemar!", grita Assis. Su mano derecha suelta la cabeza del joven, como si estuviese extrayendo al diablo.

El chico, llamado Alessandro, se bambolea, con los ojos cerrados; le flaquean las rodillas, está como en trance. En ningún momento el muchacho suelta la pistola que una hora antes había usado para ahuyentar a la policía que intentaba ingresar a la favela. Alessandro integra una de las pandillas que controlan la mayor parte de las 900 favelas de Río. 

"Estoy confundido, recibo la palabra de Dios y al mismo tiempo hago cosas malas, que destruyen vidas", expresó Alessandro, de 24 años, parado junto a otros seis jóvenes fuertemente armados en la "boca de fumo", un rincón de la favela donde se vende cocaína, marihuana y crack. "¿Si preferiría hacer otra vida? Claro que sí. Pero todos tenemos familias que mantener, y aquí no hay trabajo". 

Enderezar las vidas de personas como Alessandro es el desafío que enfrentan el pastor Assis, de 36 años, y tantos otros predicadores evangélicos que son la única otra entidad organizada con presencia en las favelas aparte de los pandilleros. Assis trata de lograr con la palabra de Dios lo que no pudo conseguir la policía con sus armas: llevar la paz a los barrios de emergencia donde viven el 30% de los 6 millones de habitantes de Río y donde cada año mueren miles de personas en ajustes de pandilleros. 

Brasil es el país católico más grande del mundo y el 70% de sus 191 millones de habitantes profesan esa fe. Pero hay unos 30 millones de evangélicos, tres veces más de los que había en 1980, según estadísticas del gobierno y de expertos. 

Las iglesias evangélicas buscan nuevos adherentes y predicadores como Assis se internan en los barrios más peligrosos y también reclutan gente en las prisiones. Quieren conseguir fieles en todos los sectores de la sociedad y están convencidos de que toda persona tiene un alma que merece ser salvada. 
___ 

Los jefes de la banda Comando Vermelho (Comando Rojo) permitieron que un periodista de AP acompañase a Assis durante una visita a la favela un reciente sábado, con la condición de que no se identifique al barrio ni a los pandilleros. 

Abundan las pandillas rivales que quieren controlar ese barrio. Y la detención de algunos pandilleros importantes en los últimos meses aumentó las tensiones. 

A medida que uno se acerca a la favela controlada por el Comando Rojo, van desapareciendo los autos de lujo y la gente que va bien arreglada a la playa de Ipanema. En su lugar aparecen carruajes tirados por caballos en un paraje lleno de polvo. Muchachos bajo los efectos de la cocaína recorren las calles en motocicletas y niños descalzos le tiran piedras a unos chanchitos. 

Algunos jóvenes venden drogas sentados en sillas. A sus pies se observan bolsitas de plástico con cocaína, marihuana y efectivo, de la cintura le cuelgan rifles de alto calibre y pistolas de 9 milímetros. Cada vez que uno se agacha a buscar saquitos con un gramo de cocaína para un cliente, se levanta una pequeña nube de polvo de coca. 

Un chico de no más de 16 años que se dice le robó a un negocio está recibiendo una paliza a pocos metros del lugar donde un capo dará la entrevista. Poco después el chico es llevado adentro de la casa y se escucha el sonido de madera que se estrella contra los huesos. 

Assis se pone de pie y espía del otro lado del muro. Escandalizado, mira al capo como implorándole que ponga fin a la golpiza. El pandillero no dice nada y el religioso vuelve calladamente a su lugar, sin intervenir. 

"Es el tribunal de la favela, así funciona", comentaría más tarde. "A la primera infracción, te dan una paliza pero no te matan. A la segunda te dan balazos en las dos manos. A le tercera te ejecutan". 

El evangélico sabe cuáles son los límites, cuándo puede intervenir y cuándo no, cuándo se puede pedir clemencia para alguien a un capo. Asegura que logró impedir algunas ejecuciones y salvar algunas vidas. 

Salvar las almas es otra historia. 
___ 

Carlos Agusto, de 19 años, se sienta en un banco de madera de la modesta iglesia Asamblea de Dios en la favela Vila Carioca. Hace cuatro meses dejó de pertenecer al Comando Rojo en una villa vecina. Posa uno de sus delgados brazos en los hombros del pastor, y lo mira fijo mientras Assis habla de salvarlo. 

Carlos se frota las manos, como calentándolas. 

Dice que recibió un balazo en su mano derecha en un tiroteo con la policía. Otro pandillero le dio un balazo en la mano izquierda cuando un tribunal de su favela dictaminó que se estaba quedando con más dinero que el que le correspondía por la venta de cocaína. 

Un pariente de Carlos llamó a Assis, quien ubicó al pandillero en una de sus frecuentes visitas a un hospital. 

"Estaba casi muerto cuando lo vi por primera vez", relata Carlos. "Lo primero que me dijo fue que sobreviviría y que al salir del hospital estaría salvado". 

Carlos, quien desea ser pastor evangélico, fue uno de 20 jóvenes rescatados por Assis en los dos últimos años. El predicador les encuentra refugio o los recibe en su pequeña iglesia. 

El pandillero se levanta la manga de su camisa y muestra un tatuaje de Cristo. Se lo hizo a los 15 años, el mismo día en que le tatuaron su apodo de pandillero, Gugu, en el mismo brazo, un poco más abajo. 

Las cicatrices de los balazos en las manos se parecen a las heridas de Jesús cuando fue clavado a la cruz. Carlos dice que no se pueden comparar. "Estos no son signos de salvación, sino las manchas dejadas por una vida dedicada al crimen". 
___ 

De vuelta en el refugio de los pandilleros, el líder de la banda, de 26 años, explica por qué permite que Assis y otros pastores ingresen a su territorio. 

"Si uno de mis hombres decide que la iglesia le ofrece una vida mejor, no hay problema. El pastor puede venir y llevarse a esa persona. Hay 20 chicos listos para tomar su lugar", afirmó. "Si no sirven para esta vida de delincuente, el pastor nos hace un favor, llevándose a los más débiles". 

Una docena de pandilleros vigilan el lugar, a la espera de que vuelva la policía, con la que hubo un tiroteo hace media hora. 

La mayoría parece bajo los efectos de la marihuana o la cocaína. El jefe, no obstante, parece lúcido y relajado. Lleva un sombrero de pescador, una camiseta Nike y dos pistolas Cherokee de 9 mm. 

"No veo a la iglesia como una competencia por el poder. De hecho, la mayoría de nuestros líderes aceptan la palabra de Dios y la doctrina de la iglesia", manifestó. 

"Deben entender esto: El que yo haga este tipo de vida no quiere decir que no crea en Dios. No tengo duda de que Dios me salva cuando me disparan", agregó, señalando hacia sectores de la pared donde hay balazos. "Ha habido balazos que me pasaron tan cerca que me rasgaron la camisa. Pero sigo vivo. Estoy convencido de que Dios me protege". 
___ 

Se pone el sol y, después de cuatro horas en la favela, llegó la hora de irse. "De noche, aquí hay más armas que personas", dice Assis. 

Mientras recorre la favela, Assis cuenta por qué va a sitios que otros predicadores evitan. "Queremos llevarle la palabras del Señor a los traficantes porque allí es donde empieza la violencia. Si los podemos calmar, algún día podremos poner fin al baño de sangre". 

Assis saluda a todos, residente y traficantes. Les de la mano, palmadas en la espalda, sonríe y les pregunta por sus hijos y sus familias. Termina las conversaciones recomendándoles que vayan a la iglesia el domingo siguiente. 

Todos responden afirmativamente. 

El país en el que las empanadas tumbaron a McDonald's

Su gran "M" amarilla sobre fondo rojo es reconocible practicamente en cualquier parte del mundo y es uno de los símbolos de la globalización, pero hay un lugar de América Latina en el que la cadena de hamburguesas McDonald´s no tuvo el éxito esperado. 

Fue en Bolivia donde, pese a que el restaurante intentó adaptarse a los gustos locales (incluyó la llajwa, la salsa con la que los bolivianos aliñan sus platos, y música folclórica), no logró triunfar.

Por eso, en 2002 y después de cinco años en el país, la cadena de hamburguesas decidió cerrar sus ocho sucursales en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. 

Ahora el documental "¿Por qué quebró McDonald´s en Bolivia?" explora el motivo por el que los habitantes de esas ciudades le dieron la espalda a las hamburguesas más populares del mundo. 

"La cultura le ganó a una transnacional, al mundo globalizado", afirma en conversación con BBC Mundo Fernando Martínez, director del documental. 

Para Martínez, una de las claves de ese fracaso fue el precio, ya que, según explica, el menú más barato costaba entonces 25 pesos bolivianos (algo más de 3 dólares), mientras que, por ejemplo, en La Paz, en la actualidad se puede conseguir un almuerzo completo en un mercado popular por 7 bolivianos (menos de un dólar). 

"Es fácil atribuirlo a la economía, pero detrás de ella están las personas, la sociología y los aspectos culturales", matiza Martínez al explicar que esos precios tan asequibles se deben a la relación de los bolivianos "cercana a la tierra" que les lleva a comer platos con los productos tradicionales "de sabores intensos y fuertes y de muchas horas en la cocina". 

¿Comienza la oposición de Uribe a Santos?

El pasado 10 de agosto, Armando Benedetti, quien fuera uno de los alfiles del uribismo, pero que ahora es ficha clave en el Congreso del presidente Juan Manuel Santos, había afirmado: “después de las elecciones de octubre, Uribe le hará oposición al gobierno de Santos”

Benedetti pronunció aquella frase cuando Uribe hacía reparos a decisiones del gobierno Santos, que por esos días destapaba escándalos de corrupción en varias entidades estatales y que comprometían a funcionarios de la pasada administración. 
Pero este martes, tras la resaca de los resultados de las elecciones regionales, que dejaron a Santos como uno de los grandes triunfadores y a Uribe como uno de los principales perdedores, el expresidente se refirió en un tono algo más que crítico a las recientes decisiones del presidente de la República. 
El lunes, cuando Rafael Pardo, jefe del liberalismo, se proclamaba triunfador de las elecciones, el presidente Juan Manuel Santos le daba la bienvenida al gabinete al designarlo ministro de Trabajo, precisamente una de las carteras que Uribe decidió fusionar en el 2002 y que fue revivida por petición del nuevo gobierno. 
Uribe, en una larga entrevista a Francisco Santos, en RCN La Radio, no fue indiferente a la designación de Pardo: “Las acciones del gobierno nacional son hipócritas y carecen de fervor popular, por lo cual es una señal de hostilidad nombrar a Rafael Pardo ministro de Trabajo”, dijo
El nombramiento de Pardo puede tener varias lecturas políticas. Porque Santos, en campaña, no sólo se comprometió con dar continuidad a las principales banderas uribistas. También se propuso generar “más empleo, mejor pagado”, precisamente una de las asignaturas pendientes de los ocho años del gobierno Uribe, en cuya administración la tasa de desempleo se incrementó. 
Y Santos decidió poner a dirigir las políticas de generación de empleo a Pardo, jefe del partido que encabezó la oposición al gobierno Uribe

El uribista Juan Carlos Vélez pide al Senado aprobar la reforma a la justicia

El senador del Partido de la U, Juan Carlos Vélez Uribe, pidió a la plenaria del Senado darle segundo debate a la reforma a la justicia luego de hacer una férrea defensa del proyecto bandera del gobierno Santos. 


La petición de Vélez se produce horas después de que el expresidente Álvaro Uribe pidiera a las directivas del Partido de la U (a través de una entrevista concedida a RCN La Radio)hundir la reforma a la justicia.

Vélez Uribe, quien es uno de los senadores más cercanos al expresidente, al punto que lo propuso como próximo jefe único de La U, se apartó de esa instrucción


Durante media hora expuso sus argumentos en defensa del proyecto y aseguró que la iniciativa ha sido satanizada desde los medios de comunicación pero por desconocimiento del proyecto. 



La única exigencia que hizo Vélez Uribe fue que la Reforma a la Justicia mantuviera vigente el artículo que pretende ampliar el fuero militar, o mejor, el que establece que todos los actos cometidos por uniformados del Ejercito o la Policía, deben ser conocidos exclusivamente por la justicia penal militar, antes que la justicia ordinaria. 



“Es una forma de respaldar a los militares, diciendo que hay que creer en la justicia penal militar y es ella la que debe iniciar la acción penal y determinar si en ese acto se violó la ley o se cometió un delito de lesa humanidad. Pero no que sea la justicia ordinaria la que en primera instancia lo determine”, explicó en la plenaria.